Es bien conocido que el alimento más recomendado para los bebés desde que nacen es la leche materna y esta debe ser suministrada de manera única hasta los 6 meses de edad del pequeño, de allí en adelante y hasta los 12 meses esta debe seguir siendo administrada al bebé acompañándola de otros nutrientes más sólidos.
Pero para muchos padres, el primer año es sufiente y esto no es del todo correcto. Después de los 12 meses la leche materna sigue siendo recomendada como alimento indispensable e incomparable para los niños, convirtiéndose en lactancia prolongada el proceso de amamantar hasta los 2 años de vida del niño o hasta que él y su madre lo deseen.
Esto se debe principalmente a:
- La leche materna sigue siendo el mejor alimento con el pasar del tiempo, debido a que no se vence y mantiene todos los nutrientes, grasas, vitaminas y minerales que necesita el niño para su buen desarrollo tanto físico como mental.
- La leche materna aporta al pequeño numerosos beneficios psicológicos que lo ayudan a sobrellevar sus emociones en el entorno social.
- Después de los 2 años la leche materna sigue proporcionando al niño defensas inmunológicas para su protección contra diversas enfermedades.
- Se mantiene el lazo de unión entre madre e hijo y se refuerza cada día más y por un mayor tiempo.
- Y por último da excelentes beneficios a la madre por un largo tiempo, como por ejemplo, poco riesgo de sufrir enfermedades de osteoporosis en un futuro, facilidad para adelgazar, reducción de riesgo de cáncer de ovarios y mama, entre otros.
Si como madre deseas seguir amantando a tu pequeño más allá del primer año de vida pero tu entorno social no te lo recomienda, lo mejor es que acudas al pediatra y te dejes llevar solo por su opinión, lo más seguro es que te aconseje seguircon la lactancia prolongada por la cantidad de beneficios que se han mencionado anteriormente.